La Humanidad-de-la-Realidad
Auto-Liberada Desde
La Duela En Las Ruedas
Amenos que se les impida específicamente hacerlo, todos los sistemas se rectificarán espontáneamente. El universo es un proceso auto-organizador, auto-corrector y auto-rectificador. Todos los sistemas se auto-organizan, auto-corrigen, y auto-rectifican —a menos que algo interfiera con tal proceso auto-organizador, auto-corrector y auto-rectificador. Las estructuras de poder actuales en el mundo humano en realidad están evitando que suceda el proceso auto-organizador, auto-corrector, y auto-rectificador de la humanidad.
Los patrones políticos, sociales, económicos y culturales (y la jerarquía de expectativas y exigencias) de los sistemas de vida del colectivo humano están organizados a semejanza (y como una extensión) de las funciones del cerebro humano y el sistema nervioso.
El cerebro humano y el sistema nervioso están, característicamente, modelados para permitir, (buscar, y recompensar) un limitado rango de posibles experiencias y posibles formas de conocimiento —y el cerebro humano y el sistema nervioso están también, característicamente, modelados para permitir (y prevenir, incluso castigar) experiencias y formas de conocimiento que no están dentro del rango limitado de experiencias y formas de conocimiento permitidas (y, por lo tanto, buscadas y recompensables).
Así, y del mismo modo, y por extensión, todos los sistemas de vida políticos, sociales, económicos y culturales humanos colectivos están (de acuerdo con el “perfil de personalidad” particular del sistema específico en cada caso), estrictamente organizados para permitir, (proponer, y recompensar) solo ciertas posibilidades limitadas de experiencia y conocimiento, y, en caso contrario, desautorizar, (impedir y castigar restrictivamente) todas las posibilidades de experiencia y conocimiento que no correspondan a los designios del caso particular de la colectividad humana.
Si esta comprensión —antes que cualquier malentendido, o mero idealismo— se lleva al examen de la totalidad de todos los sistemas de vida humanos colectivos (políticos, sociales, económicos y culturales), entonces es posible re-diseñar, re-orientar y liberar esa totalidad (y cada caso particular dentro de ella) a un patrón de vida humano colectivo universal que se basa en la presunción de la unidad preexistente (e inclusivamente inherente), y que están diseñados tanto para permitir, (promover y recompensar) al máximo la experiencia y el conocimiento correctos y verdaderos como para rechazar, (prevenir y castigar restrictivamente, o, ciertamente, no recompensar) modos de experiencia y conocimiento, que son meramente negativos y, en conjunto, disociados del “Conocimiento Perfecto” de la Realidad y la Verdad.
El Foro Cooperativo Global que propongo representa un alcance que es completamente diferente de los esfuerzos pasados o presentes para reducir el conflicto y para alcanzar la verdadera paz. El Foro Cooperativo Global que propongo representa el surgimiento de una verdadera fuerza política, social, económica y cultural de todo-el-mundo-a-la-vez —la cual permitirá y habilitará a la humanidad a ejercitar su derecho inherente y su necesidad de funcionar como un colectivo cooperativo global auto-organizador, auto-corrector, y auto-rectificador.
El Foro Cooperativo Global que propongo no se basa en discursos grandilocuentes sobre grandes principios. El Foro Cooperativo Global tampoco se basa en que cada ser humano se asocie con uno u otro grupo de interés-especial bien intencionado. Ninguno de esos enfoques es capaz de lograr los grandes cambios que ahora (y para siempre en adelante) se requieren en el mundo humano. De hecho, ambos enfoques impiden eficazmente que surja el proceso de auto-organización, auto-corrección, y auto-rectificación de la humanidad. Se debe permitir que ese proceso auto-organizador, auto-corrector y auto-rectificador funcione libremente para revertir el desastre que ahora está en proceso. La humanidad-como-un-todo —todo-el-mundo-a-la-vez— debe estar capacitada para re-adquirir la habilidad intrínseca de auto-organizarse, auto-corregirse, y auto-rectificarse, y de este modo prevenir la terminación potencial de la vida humana en la Tierra.
La civilización actual es (característicamente) secular, superficial, materialista, dirigida-al-“exterior”, y dirigida-a-los-“objetos”. La civilización actual constituye una forma de propaganda que ha llevado a la humanidad al borde de la auto-destrucción. Ese curso de auto-destrucción no debe continuar. El colectivo de la humanidad debe hacer todo lo posible para prevenir su propia auto-destrucción y para re-alcanzar la cordura.
Re-alcanzar la cordura requiere una base completamente nueva para la civilización. Este es el “tiempo-final” de la cultura-del-ego. La cultura-del-ego actual está casada con el “punto de vista” del materialismo burdo —y la falsa filosofía del materialismo burdo ha llevado a la humanidad al punto de la demencia cultural y social. Es necesario que haya una comprensión-de-raíz profundamente diferente y correcta de la Realidad Misma para que la humanidad como un todo se asiente sobre un fundamento correcto y recupere su cordura.
La nueva comprensión necesaria no vendrá de las viejas civilizaciones. Se requiere un nuevo tipo de civilización. Esta nueva civilización será necesariamente un orden cooperativo de seres humanos en una relación global entre sí. Esta nueva civilización debe ser un proceso humano responsable de todo-el-mundo-a-la-vez, para re-ordenar eficazmente la civilización humana.
En la actualidad, queda cada vez menos y menos civilización verdadera en el mundo. Los principios verdaderamente civilizadores están siendo, más y más, abandonados en aras de la mascarada-del-ego en la que los seres humanos participan ahora y en todas partes.
Los principios civilizadores que permiten que el funcionamiento humano demuestre la disposición de la unidad preexistente ya han sido destruidos —especialmente como resultado del terrible transcurso del siglo XX, y en particular a partir de La Primera Guerra Mundial. La Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial fueron, efectivamente, la auto-destrucción de la civilización global. Como resultado de esos dos acontecimientos, y todo lo asociado con esos eventos, el principio de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación de la humanidad fue destruido. Ahora no queda nada sino la cultura-egoica “Narcisista”, y la consiguiente devastación humana.
El mundo humano actual está fragmentado y estupefacto, completamente engañado por el tipo más burdo de pensamiento engañoso acerca de la “realidad”. Las poblaciones masivas del mundo están siendo seducidas por los absurdos del “consumismo”. Los seres humanos están, ahora y en todas partes, atrincherados en su compromiso con nociones absurdas de “consumo” sobre el potencial de la “auto-satisfacción” absoluta —y, por otra parte, los seres humanos están (basados en sus fracasos de “auto-satisfacción”) abrumados por puntos de vista de “realismo burdo” que parecen sancionar la desesperación nihilista, e incluso la violencia ilimitada (e intrínsecamente sin sentido).
El tiempo es oscuro —pero la gente no ve la oscuridad. O, si la ven, no tienen los medios para hacer nada con respecto a ella, así que solo siguen la corriente. La oscuridad del tiempo-actual es un signo claro de que el principio inherente de auto-organización, auto-corrección, y auto-rectificación está siendo prevenido de ocurrir. De lo contrario, la manifestación del principio de auto-organización, auto-corrección, y auto-rectificación sería fácilmente evidente. Los principios verdaderamente civilizadores son la evidencia de una energía libre de auto-organización, auto-corrección, y auto-rectificación.
Por lo tanto, el Foro Cooperativo Global que propongo es un proceso civilizador —no en absoluto un proceso de anarquía o negación. El Foro Cooperativo Global que propongo no es en absoluto un asunto de miles de millones de personas participando en algún tipo de levantamiento caótico. Más bien, el Foro Cooperativo Global que propongo es un medio ordenado para representar a todo-el-mundo-a-la-vez en un organismo de funcionamiento global que tiene el poder de lograr resultados reales positivos.
Ningún enfoque global positivamente efectivo está ocurriendo actualmente en el mundo común. Hay, en términos globales, solo una inercia persistente de igualdad, que está impidiendo de manera muy eficaz que ocurra el proceso de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación de la humanidad. Por lo tanto, solo se mantiene de manera confiable el estatus quo —y ese estatus quo está guiándonos hacia el potencial de destrucción global terminal.
El mundo humano está ahora en un estado de fragmentación virtualmente infinita, en el que el individuo se siente impotente y solo piensa en sí mismo como una especie de ego-“consumista” para ser estimulado y satisfecho, y tal vez para tener una voz, una caja de jabón, aquí y allá. El estado global de la humanidad es absurdo y oscuro. Por lo tanto, este más oscuro de los tiempos requiere una inmensa fuerza de auto-corrección y auto-rectificación, un inmenso surgimiento del principio de auto-organización que es inherente a la humanidad como sistema de vida. Sin embargo, y a pesar de esta necesidad, no está ocurriendo nada del tipo de rectificación global. Todo el mundo está dormido. La gente realmente no se da cuenta de la magnitud del desastre que está ocurriendo. Además, la gente no se da cuenta de que la humanidad está haciendoactivamente este desastre —y, por lo tanto, la humanidad también puede elegir dejar de hacer el desastre y, en total, la humanidad puede elegir (colectivamente) reorganizarse, auto-corregirse, y verdaderamente rectificar todo el sistema de la humanidad global.
Nada puede detener el desastre excepto la fuerza del todo, la integridad del todo. Ese es el único acontecimiento que rectificará (e iluminará) la oscuridad del mundo humano.
La fuerza de la totalidad (o el todo integrado) es ahora incapaz de funcionar. Si se forzara un palo largo (o una duela de barril) entre los rayos de las ruedas de un vehículo rodante, el vehículo se sacudiría hasta detenerse. Del mismo modo, la integridad del todo y la totalidad de la humanidad —la cual es inherentemente auto-organizadora, auto-correctora y auto-rectificadora— se ha vuelto inerte, inmóvil, y en total, rígida y repetitiva, de tal manera que el poder y la tendencia inherentes del todo y la totalidad de la humanidad para auto-organizarse, auto-corregirse y auto-rectificarse a sí misma, no se le está permitiendoyhabilitando que se manifieste por sí misma. Por lo tanto, la humanidad (como totalidad global, y como un todo sistemáticamente integrado) debe re-afirmar y re-promulgar su disposición intrínseca a exigir y habilitar su propia auto-rectificación.
Antes del advenimiento de las comunicaciones modernas, el mundo humano era una colección de naciones desconectadas (geográficamente, y de otra manera) (entidades separadas y, esencialmente, “tribales”, políticas, sociales, económicas y culturales). Sin embargo, tan pronto como el proceso de industrialización produjo procesos de comunicación que vincularon instantáneamente a todo el mundo humano, se hizo necesario que la humanidad funcionara como un todo. Sin embargo, en lugar de que la humanidad funcione como un todo, todas las facciones de los “viejos-tiempos” —estados nación, religiones limitadas regional y culturalmente, y grupos de poder de un tipo u otro— han continuado enfrentándose agresivamente entre sí, todos compitiendo por el poder absoluto. Esta confrontación en curso es lo que está impidiendo activamente que surja la fuerza del todo. La confrontación en curso entre poderes e intereses separados (y, en total, separativos) es la “duela en las ruedas” de la humanidad.
La humanidad debe empezar a funcionar como una totalidad, sin las asociaciones fraccionales con estados-nación en competencia, grupos culturales en competencia, religiones en competencia, agendas económicas y políticas en competencia, y mucho más. Los intereses investidos que mantienen intactos los “viejos-tiempos” de la desunión humana son los que deben pasarse por alto, y ser reemplazados por el proceso de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación —y, sobre esa base, la voz previamente unificada— de la humanidad-como-un-todo. El Foro Cooperativo Global que propongo es el proceso inherente de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación de la humanidad, dado un vehículo en el cual y mediante el cual ser efectivo.
El curso de desarrollo de la industrialización y la modernización no ha conducido a la unificación de la humanidad —porque el surgimiento de la humanidad como una totalidad global inherentemente interconectada es lo que está siendo impedido por la institucionalización de las “viejas facciones” de la separación. Esa institucionalización de la separación es como se mantiene la antigua situación de conflicto. Las “antiguas facciones” son todas entidades “tribales”, de un tiempo en el pasado cuando la intercomunicación humana estaba fragmentada por la separación geográfica de diferentes territorios. En los “viejos tiempos”, las entidades “tribales” de los estados-nación y las religiones estaban geográficamente separadas unas de otras. Ahora, en la era de la intercomunicación global, estas voces “tribales” han emergido como los grandes poderes políticos y religiosos, y su interés es el mantener su propio poder absoluto —incluso expandiéndose más allá de sus “territorios” tradicionales, y hacia un dominio globalizado de poder exclusivo (e incluso totalitario). El único medio por el cual los “viejos poderes” separados pueden mantener su poder es reafirmar persistentemente la fragmentación del mundo —porque ellos mismos, nacieron en tiempos en que el mundo no funcionaba como un todo, pero cuando había (más bien) una dispersión (o diáspora) de la humanidad por toda la Tierra. De esa diáspora, surgieron “tribus” y estados-nación separados —y las religiones separadas asociadas con esas “tribus” y estados-nación. Sin embargo, tan pronto como aparecieron las comunicaciones modernas, las “tribus”, los estados-nación y religiones anteriormente separados se encontraron, de repente, habitando el único territorio del mismo mundo.
En el libro de The Three Christs de Ypsilanti (Los tres Cristos de Ypsilanti) de Milton Rokeach,1hay un relato instructivo (y arquetípicamente significativo) de un suceso real en una institución psiquiátrica, que ilustra lo que ocurre cuando supuestos “absolutos” humanos se enfrentan en el mismo “territorio”. Milton Rokeach, psicólogo social y teórico de la personalidad, sostuvo reuniones grupales periódicas con tres pacientes psiquiátricos masculinos, cada uno de los cuales creía que era “Jesucristo”. Fue una demostración notable de cómo los seres humanos basados en el ego (y en la “auto”-absolutización) se enfrentan característicamente unos a otros, reaccionan entre sí, se niegan la existencia unos a otros, y realizan esfuerzos de poder entre sí.
Como relata Milton Rokeach, el proceso de estas reuniones de grupo (en el Hospital Estatal Ypsilanti de Michigan, en 1959-1960) no resultó en la “curación” de estos tres individuos “auto”-engañados. De la misma manera, el “diálogo” (por así decirlo), entre todas las entidades-de-poder separadas del mundo —“tribales”, nacionales o religiosas— nunca llega a ser la totalidad de la humanidad. Ningún “diálogo” de este tipo puede jamás convertirse en la totalidad de la humanidad —porque todas estas formas “tribales”, nacionales y religiosas se originaron en un mundo fragmentado de desunión, y siempre buscan reafirmar el carácter absoluto de sus propias identidades inherentemente separadas (y voluntariamente separativas).
Con el advenimiento de la intercomunicación global, las fuerzas de poder existentes en el mundo se han convertido en algo como Los Tres “Cristos” de Ypsilanti. Todos los “absolutos” humanos supuestos (y en competencia) ahora están en la misma habitación el uno con el otro —y nunca van a rectificar sus relaciones entre sí, porque su pensamiento se basa persistente y deliberadamente en la presunción de separación, y sus interacciones de acción/reacción entre sí son siempre dramatizaciones del esfuerzo de ser y hacer “auto”-absolutismo, “auto”-separatismo, y la dominación deliberada del “otro”. De hecho, incluso si la humanidad —como una masa de casi ocho mil millones de egos separados— se reuniera en la misma habitación, nunca manifestarían el proceso de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación que permitiría a la humanidad unificarse como un todo. La separación no puede manifestar la totalidad. Solo la unidad preexistente puede manifestar la totalidad.
El Foro Cooperativo Global que propongo es una circunstancia activa de medios en la que la separación no es inherentemente el caso —y en la que ni la separación ni el separatismo se presume, o, de otra manera, no se permite controlar el carácter, el propósito, o los resultados de la reunión. El Foro Cooperativo Global que propongo no es un contexto en el que “cualesquier cosas” separadas se junten e intenten unificarse. Más bien, el Foro Cooperativo Global que propongo es el lugar de la función donde la unidad es preexistente, donde la unidad preexistente se presume persistentemente, y donde la unidad preexistente que se presume persistentemente se hace cumplir.
La unidad preexistente no se trata de miles de millones de egos separados. La unidad preexistente tampoco es acerca de una colección particular de “grandes” egos. La unidad preexistente no es acerca de los “tres Cristos” en la misma habitación —o cuerpos separados de personas, cada uno de su propio fragmento del mundo, que se unen y se supone que hagan una unidad a partir de la persistente presunción de desunión. Los egos nunca unificarán el mundo. Solo la ausencia de ego (o el no-separatismo inherente) es el principio de la unidad preexistente.
El Foro Cooperativo Global, que propongo es un contexto en el que se ejerce el principio inherente de la unidad preexistente, con la capacidad de hacer que las cosas sucedan —una capacidad que no puede ser aplastada por los “viejos” poderes (ya sean políticos, sociales o religiosos). En el Foro Cooperativo Global que propongo, todos los “viejos” poderes deben unirse al todo —lavando sus “banderas”, soltando sus “pancartas”, dejando atrás sus “etiquetas con nombres”, y simplemente funcionando como parte de la unidad preexistente de la humanidad-como-un-todo.
Traer los “tres Cristos” a la misma habitación nunca funcionará —porque el principio de los “tres Cristos” se basa en la separación, la des-unión y la representación “tribal”. Las “tribus” ya no sirven. Las “tribus” son lo que debe ser superado.
No es posible que ninguna conversación entre poderes separados pueda rectificar nada. Por lo tanto, ningún principio de traer “cualesquier cosas” separadas a la misma habitación, hará que el mundo sea correcto. La fuerza de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación del todo previamente unificado es el único medio por el cual el mundo y la humanidad pueden corregirse.
La humanidad debe estar ahora en la posición de presumir la unidad preexistente —pero la humanidad no se dará cuenta de su unidad preexistente inherente por ejercer las voces que ya están separadas. Se debe eludir las voces que ya están separadas —ya sean voces “grandes” o voces “pequeñas”. Es la voz de todo-el-mundo-a-la-vez que ahora debe hablar y actuar. Esta comprensión de lo que debe ocurrir es muy diferente de todos los demás esfuerzos que se persiguen actualmente en aras de establecer la paz en el mundo.
Muchas personas están perturbadas por como son las cosas en el mundo actual —pero no saben qué hacer al respecto, porque no entienden cómo funcionan los sistemas, como debe funcionar la fuerza previamente unificada de la humanidad, y como la egoidad socava todo eso. Comúnmente se presume que hablar virtuosamente sobre los grandes principios es suficiente para lograr la unidad de la humanidad. Sin embargo, ese hablar virtuoso es exactamente como no se produce la unidad.
Los “tres Cristos” en la misma habitación nunca llegan a ser una unidad, ni se liberan de sus ilusiones. Más bien, simplemente persisten en ejercer sus diferencias —porque cada uno presume ser un “absoluto” inviolable. Tal es la naturaleza de los egos. Tal es la naturaleza de las “tribus”. Tal es la naturaleza de los estados-nación. Tal es la naturaleza de las religiones (inherentemente “tribales” y no-universales) que surgen provincialmente. Tal es la naturaleza de todo lo que se presume separado.
El Foro Cooperativo Global que propongo no se trata de ninguna presunción de separación. El Foro Cooperativo Global que propongo es sobre la presunción de la unidad preexistente y la no-“diferencia”. Por lo tanto, el Foro Cooperativo Global que propongo es el contexto dentro del cual puede ejercerse la fuerza de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación de la humanidad (en su totalidad).
El proceso de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación no es un proceso que esté ocurriendo ahora en la tierra. Por lo tanto, el Foro Cooperativo Global que propongo representa un proceso que no se parece a nada de lo que ya está sucediendo. Todo lo que ya está sucediendo es una forma de los “Cristos” separados que se enfrentan en la misma habitación. Ahora todo y todos tienden a funcionar según ese principio repetitivamente absurdo. Esa mascarada absurda es la empresa en la que y mediante la cual los egos humanos se imaginan que pueden rectificar las cosas.
Incluso las personas más seriamente preocupadas utilizan el método de crear consejos “tribales” en los que todos dan sus discursos. Imaginar que este método dará como resultado la rectificación de la humanidad es una fantasía. De hecho, es peor que una fantasía, porque así los seres humanos se están volviendo dependientes de los poderes de separación y separatismo en el mundo ya fallido. La gente confía en que sus líderes van a hacer algo acerca de lo que está mal en el mundo, pero los líderes no están en posición de hacer nada fundamental acerca de lo que está mal. Todo lo que los líderes pueden hacer es imponer la ya-supuesta separación entre los grupos “tribales” y continuar el conflicto entre esos grupos. Debe haber un surgimiento inmediato del poder del no-separatismo —a través de un foro en el que la gente pueda participar “sin etiquetas de nombre”, “lemas”, “pancartas” o intereses “tribales” (ya sean nacionales, religiosos o locales), y simplemente encargarse del proceso-mundial total y comprensivo de los seres humanos. En efecto, la industrialización global y la intercomunicación global deben demostrarse ahora (y para siempre en el futuro) mediante la unidad preexistente globalmente-supuesta, la no-diferencia y el no-separatismo.
Simplemente no se puede permitir que la desunión “tribal” actual continúe por más tiempo —o la humanidad se autodestruirá. Eso es lo que hace la humanidad en su desunión. “Objetiva” virtualmente a todo y a todos, trata de controlar virtualmente a todo y a todos, y (luego) destruirá a todo y a todos. El “juego-de-la-objetivación” ocurrió hace tiempo. El “juego-de-control” ya está en marcha. Y el “juego-de-destrucción” está ahora en proceso. En algún momento avanzado, no necesariamente muy lejos en el futuro, la fase de destrucción llegará a un punto terminal —a menos que se detenga este terrible ciclo.
¿Qué crea la “objetivación” para empezar? La presunción de la separación. La presunción de no-unidad, el ego, el “yo” separado, el “punto de vista” separado. Si se reúnen “puntos de vista absolutos” en la misma habitación, automáticamente crearán este juego de “objetivación, control y destrucción”.
Por otra parte, hay un universo, y ningún “punto de vista” dentro del universo es el universo mismo. El universo es el contexto de todos los “puntos de vista” posibles. ¿Cómo es posible que el universo sea un proceso de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación? El universo es un proceso de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación porque el universo no es meramente un “paquete” de innumerables números de “puntos de vista”. Más bien, el universo es una unidad preexistente —previa a todos y cada uno de los “puntos de vista”. Ese es el universo-de-la-Realidad.
La humanidad funciona según el principio del ego —o identidad separada y actividad separativa. Separación y separatismo —o ego-”yo”— es la idea de “diferencia”. Esa idea se manifiesta inevitablemente como el proceso de “objetivación”, control y destrucción. El materialismo científico (en lugar de la verdadera ciencia o la libre investigación, en sí) es la filosofía de la egoidad de los “últimos-tiempos”. El materialismo científico le da una voz a la oscura presunción de la no-unidad —en otras palabras, a la presunción del “punto de vista”. En la Realidad, el universo es una unidad preexistente, previo a todo “punto de vista”. Por lo tanto, la verdadera ciencia simplemente investiga el universo que es previamente uno e indivisible.
La acción correcta de la humanidad es la acción basada en la presunción de la unidad preexistente —no en el ego, no en las “tribus”, no en cualquier tipo de forma, idea o expresión cultural que vino o surgió en tiempos de desunión. La humanidad, como un todo, en el universo-de-la-Realidad, y como una totalidad indivisible que finalmente existe como una inefable unidad preexistente de absolutidad —esa es la humanidad-de-la-Realidad.
El Foro Cooperativo Global que propongo es el medio por el cual la humanidad puede funcionar sobre la base de la unidad preexistente. Sin este medio, la humanidad se destruirá a sí misma —en su “lealtad” al principio de no-unidad, o separación egoica y separatismo activo.
Por lo tanto, ningún esfuerzo por rectificar el mundo humano basado en el principio de “puntos de vista” separados es la solución. Así es como se entiende si cualquier esfuerzo por rectificar puede ser eficaz o no. Míralo. Si se basa en la presunción (y el encuentro) de “puntos de vista” separados, el paradigma de acción no es correcto —sin importar las intenciones virtuosas que puedan inspirar tales encuentros. No hay ningún enfoque fragmentario, ni enfoque “tribal”, que vaya a funcionar.
Como sistema (o mecanismo funcional), el Internet es inherentemente no-”tribal”, inherentemente global. Por lo tanto, el Internet es una fuerza (o un sistema potencialmente auto-organizador, auto-corrector y auto-rectificador) que se puede usar para una correcta eficacia global ahora. El Internet ha surgido coincidiendo con el surgimiento de una humanidad previamente fragmentada en una escena mundial de ínter-comunicatividad total. El Internet tiende actualmente a ser mal-utilizado, de manera “tribal” (o basada en el ego) —pero no tiene por qué ser mal-utilizado. Simplemente como un mecanismo en sí mismo, el Internet es libre —previo a todas las facciones, “tribus” y egos, y está potencialmente conectado a todo-el-mundo-a-la-vez.
Para que el Foro Cooperativo Global (como lo propongo) funcione de manera correcta y positivamente eficaz, debe haber representantes, a la manera de una república. La democracia es el gobierno de “todos” o una masa de individuos —como incontables “Cristos” en la misma habitación. Una república, en contraste, es un mecanismo de representación, o un verdadero sistema auto-integrado. La democracia es todo-el-mundo-uno-a-la-vez —pero un verdadero sistema representativo (al modo de una república), es todo-el-mundo-a-la-vez.2 El Foro Cooperativo Global que propongo debe ser verdaderamente representativo, a fin de ser suficientemente ordenado y enfocado para lograr las cosas. Miles de millones de personas en una “sala de chat”, no pueden hacer absolutamente nada, salvo el caos y la inercia auto-repetitivos de sus presunciones y motivaciones separadas —pero miles de millones de personas pueden estar correctamente representadas (y ser correctas y positivamente efectivas) en y mediante el orden previo sistemáticamente integrado de un verdadero foro que funcione globalmente.
Adicionalmente, las actividades del Foro Cooperativo Global que propongo deben ser completamente conocibles —a medida que ocurren— para que todos puedan participar en este proceso de representación, en lugar de que los representantes se reúnan solos (o en secreto, invisiblemente, y sin rendir cuentas ante el conjunto de todo-el-mundo-a-la-vez).
Se requieren todo tipo de mecanismos para que el Foro Cooperativo Global (tal como lo propongo) funcione eficazmente, pero, en tal Foro Cooperativo Global, no hay un colectivo separado (ni un individuo) que sea superior al todo. El todo debe ser (e, inherentemente, siempre ya es) superior a las partes. En el mundo humano actual, las partes son todas auto-supuestos “absolutos” —cada una de ellas (diversamente) tratando de realizarse por separado o de lograr la unidad con todos los “otros”. Ese “paradigma de las partes” no puede funcionar. Solo el paradigma de la unidad preexistente es correcto y verdadero —y siempre apto para funcionar. Cuando las partes se presumen a sí mismas superiores al todo, la unidad inherente de todos se subordina a todo tipo de inclinación separada o separatista —pero cuando se supone que el todo es superior a las partes, la unidad preexistente se convierte en el entendimiento de cada uno, y todos.
En el Foro Cooperativo Global que propongo, todas las partes deben renunciar consistentemente su “absolutismo” a la totalidad, y la totalidad debe ser global y completamente aceptada como el principio superior al que todas las partes están inherentemente (pero siempre positivamente) subordinadas. Solo en ese caso es posible abordar con eficacia cuestiones urgentes. Sin embargo, el Foro Cooperativo Global que propongo no puede lograr resultados meramente por una autoridad central emitiendo pronunciamientos verbales a una masa de oyentes separados y separativos (y, así, perpetuamente insubordinados). El Foro Cooperativo Global que propongo logrará resultados porque hay más de siete mil quinientos millones (y siempre más) de seres humanos siempre presentes como uno —y siempre listos para actuar sobre una base cooperativa unificada y basada en principios. La unidad preexistente de un orden cooperativo global de la humanidad basado en principios consistentes, que funcione veinticuatros horas todos los días para abordar de manera positiva y eficaz todos los problemas y asuntos compartidos por todos, rechazará constantemente las fuerzas separativas y de inclinación “tribal” para diseñar conflictos y (así y por lo tanto) eludir los asuntos que la humanidad debe abordar si va a sobrevivir.
En el Foro Cooperativo Global que propongo, se requiere absoluta seriedad de todos, y todo. Tal seriedad requiere la renuncia al dominio del ego y al carácter absoluto del ego. Tal seriedad requiere una participación consistentemente basada en los principios del proceso de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación de la humanidad como una unidad preexistente indivisible en la cual no hay “absolutos” separados, y en la cual “todas-las-cosas”-supuestas-de-ser-separadas renuncian a sus presunciones “tribales”.
El ego presume característicamente que el “absolutismo” es cierto en todo lo que esté involucrado. Todo ese supuesto “absolutismo” es una ilusión —pero es una ilusión que ha controlado al mundo hasta el punto en que el mundo se encuentra ahora en la fase de destrucción. La fase de destrucción solo puede detenerse renunciando a la presunción de separatismo y a la actividad separativa, y estableciendo el proceso de funcionamiento basado en la unidad preexistente, y permitiendo que todo-el-mundo-a-la-vez participe en ese proceso plena, libre y positivamente.
Lo que está al final es lo mismo que lo que está al principio. Si se comienza con el separatismo, el final es oscuro. Si se comienza con la unidad preexistente, todo lo que emerge es luz.
La humanidad-como-un-todo no tiene una “etiqueta” —ya sea “tribal”, nacional, religiosa o de cualquier tipo. En cierto sentido, la humanidad-como-un-todo ni siquiera tiene una historia, y existe solo en el tiempo-presente. La humanidad-como-un-todo no tiene ningún interés personal ni ninguna duela que forzar en los radios de sus propias ruedas. La humanidad-como-un-todo existe en la Realidad, no en el tiempo —pero la humanidad-como-un-todo se activa a sí misma en el contexto del tiempo y el espacio, de una manera auto-organizada, auto-corregida y auto-rectificada (si se le permite hacerlo, y si presume su propio derecho y capacidad inherentes para hacerlo).
A nadie le conviene que se destruya la posibilidad de la vida humana. Por lo tanto, a nadie le conviene que una facción “tribal” de cualquier naturaleza “gane”. De hecho, a nadie le conviene que las facciones “tribales” estén en guerra entre sí.
“Cualesquier-cosas”-separadas-buscando-la-unidad es el principio de la falsedad. El separatismo no puede lograr la unidad. La unidad es una condición preexistente que debe imponerse en sí misma. Si esto se entiende claramente, entonces se volverá obvio lo que se debe hacer, y lo que no se debe hacer (o permitir que continúe), en cualquier circunstancia particular.
La persistencia de los conflictos “tribales” no debe ser simplemente tolerada, como si fuera “la manera que es”. No tiene que ser “la manera que es”. Si simplemente se permite que el modo de conflicto “tribal” persista, destruirá a todos.
La humanidad debe organizarse a sí misma. Ningún “individuo” puede organizarla. La humanidad, como un todo, debe animar la fuerza de auto-organización que es inherente en todos los sistemas integrados. La fuerza de auto-organización, auto-corrección y auto-rectificación inherente a la humanidad como un todo indivisible —y ningún individuo o grupo de individuos en particular— es lo que debe emerger como el Foro Cooperativo Global que les estoy proponiendo a todos.
La humanidad-como-un-todo, en el momento actual, no presume que tenga el poder de cambiar la situación-del-mundo. Los seres humanos tienden a distraerse con todo tipo de estímulos que favorecen la continuación del status quo. Por lo tanto, la “organización” usual de “cualesquier cosas” separadas es lo que tenderá a suceder. Sin embargo, el intento de “organizar” innumerables “puntos de vista” no “lo” es. Lo que se requiere es el surgimiento de la fuerza universalmente representativa que trasciende el “punto de vista”, y que auto-organiza, auto-corrige y auto-rectifica la totalidad inherentemente indivisible de todos y de todo. El Foro Cooperativo Global que les propongo a todos es la manifestación activa tangible de la fuerza necesaria, universalmente representativa y efectivamente sin ego de la humanidad globalmente auto-integrada. Mi descripción de esa fuerza necesaria puede parecer (en y de sí misma) una especie de principio metafísico o abstracto —pero no es simplemente un principio metafísico o abstracto. Es una fuerza real del acontecer que necesariamente, e inevitablemente, emergerá de manera completamente tangible y activa —si la “duela” es “retirada de los radios de las ruedas”.
En el mundo actual todos y todo están siendo controlados por un “tribalismo” pre-industrial y pre-global de la humanidad. El “tribalismo” está persistiendo en la forma en la cual existía antes de la Revolución Industrial. Culturalmente, la humanidad está todavía trabada en esa condición —a pesar de que la industrialización y modernización, incluyendo el advenimiento del Internet, han ocurrido.
A finales del siglo XIX, la comunicación más avanzada era el telégrafo. Antes del telégrafo, tomaba días, semanas e incluso meses, llevar información de un lugar a otro —así que la gente podía seguir libremente, sin saber lo que ocurría al otro lado del planeta. Tan pronto como apareció el telégrafo, hubo un conocimiento virtualmente instantáneo de lo que estaba sucediendo al otro lado. Y, de inmediato, el telégrafo se convirtió en el medio para la falsedad generalizada de la comunicación. Tan pronto como cada lado en un conflicto podía saber (en “tiempo real”) lo que el otro estaba pensando, diciendo y haciendo, entonces las comunicaciones falsas —en otras palabras las comunicaciones que engañarían a los enemigos sobre lo que uno estaba pensando, diciendo y haciendo— empezaron a emerger como un aspecto básico de las comunicaciones modernas. La estrategia era representarse a uno mismo como si pareciera pensar, decir y hacer lo que en realidad no estaba pensando, diciendo y haciendo. Como resultado, el patrón ahora-complejo de comunicación global, incluido el Internet, se basa, en gran medida, en desinformación —o comunicación intencionalmente falsa e intencionalmente engañosa que (en aras de algún tipo de ventaja para el comunicador separado) oculta lo que en realidad se piensa, se dice y se hace.
En el momento presente, el Internet por ningún motivo está funcionando como un principio unificador. Más bien, el Internet, está funcionando en gran medida exactamente al revés —tal como el resto del mundo. Internet está, en un grado significativo, funcionando como una súper-versión del telégrafo que surgió durante el siglo diecinueve, donde la gente tuvo muy rápidamente la noción de una falsa representación como estrategia política, social, económica y cultural.
Por lo tanto, no debe presumirse que la manera en que el Internet se usa característicamente en la actualidad sea, en sí misma, correcta. Sin embargo, el mecanismo sistemático (o el sistema inherentemente auto-organizador, auto-corrector y auto-rectificador) de Internet obviamente se puede usar de manera correcta y positiva.
En la situación-mundial actual, hay casi ocho mil millones de individuos humanos que luchan por sobrevivir. Esos miles de millones de individuos intentan reforzar su capacidad de supervivencia asociándose con grupos de varios tipos —pequeños grupos “tribales”, grupos nacionales más grandes, grupos religiosos tradicionales, etc. Se presume ingenuamente que la pertenencia a tales colectivos mejora la capacidad de supervivencia de los individuos separados. Es por esto que las personas se asocian con tales grupos. Tal asociación alivia a la gente de cierta ansiedad —y a la gente también le gusta imaginar que tal asociación los libera de la responsabilidad de la acción correcta.
El mundo es un manicomio —una mascarada de egos, lleno de ilusiones
Sin embargo, el potencial de sanidad es siempre preexistentemente el caso.
Ahora, la sanidad debe venir al frente.
Los seres humanos ahora deben presumir de actuar y vivir de la manera inherentemente sana de la unidad preexistente —y de la Verdad Preexistente Indivisible Que Es la Realidad Misma.
1. Milton Rokeach, The Three Christs of Ypsilanti: A Psychological Study (Nueva York, Columbia University Press, 1964).
2. En “La humanidad-de-la-Realidad”, Adi Da se refiere al patrón correcto del Foro Cooperativo Global como en el modo de una república —pero no sugiere, por lo tanto, un futuro orden global compuesto por una sola entidad política, o estado. Más bien, está aplicando el término “república” al Foro Cooperativo Global para indicar la gobernanza a través de un tipo particular de representación —uno en el que los representantes no serían necesariamente elegidos por el principio de una-persona-un-voto, sino elegidos (por algunos medios comúnmente acordados) sobre la base de sus calificaciones evidentes para representar los intereses de la humanidad en su totalidad.